Omar Elías Pérez López

ENTREVISTA

Terminada tu estancia en el colegio, ¿qué camino emprendes?
Siempre me había apasionado la construcción, la arquitectura y la ingeniería, así que cuando acabé en Peñalba, empecé a estudiar Arquitectura en la Universidad de Valladolid. Al cabo de un tiempo me di cuenta de que lo que realmente quería era gestionar proyectos y trabajar en obra, por eso cambié de carrera y empecé a estudiar Arquitectura Técnica en la Universidad Europea Miguel de Cervantes. 

Pero seguías soñando con hacer obras…
Sí. Mientras estudiaba me veía en un futuro trabajando como jefe de obra en Valladolid, en esos momentos no me planteaba casi ni trabajar fuera de mi ciudad y mucho menos en salir de España. Estábamos en plena burbuja inmobiliaria, había grúas por todas partes y yo pensaba que eso iba a durar para siempre.

Y comienzas a trabajar en lo que realmente te gusta.
En el verano de 2006, cuando aún no había acabado la carrera, empiezo a trabajar como Técnico de Estudios y en enero del 2007 como Asistente de Jefe de Obra en una obra de 246 en Arroyo de la Encomienda, estaba en una de las constructoras más grandes de España (Dragados) y veía que mis expectativas laborales se cumplirían pronto. Mientras trabajaba, trataba de sacar tiempo para acabar las dos asignaturas que me quedaban y en poco tiempo me las quité de encima y empecé con el PFC. Eran buenos tiempos y yo disfrutaba de mi trabajo y de mi vida con mi familia y amigos en Valladolid.

Llegó la crisis. ¿Cómo te afecta en tu vida profesional?
El estallido de la burbuja inmobiliaria marca el inicio de un viaje que me lleva a trabajar en tres continentes diferentes en proyectos increíbles. En el verano de 2008 pierdo mi trabajo y me centro en acabar la carrera y en continuar formándome (técnico en topografía, supervisor de montaje mecánico y técnico superior en prevención de riesgos laborales) para empezar a trabajar en diferentes proyectos dentro del territorio nacional: ampliación de la refinería de Repsol en Cartagena (2009 a 2011) y luego una planta termosolar en Badajoz (2012). En ambos proyectos aprendí mucho y conocí a grandes amigos y compañeros, pero la inestabilidad e incertidumbre de no tener un próximo proyecto, hacen que me plantee algo que no me había planteado hasta ese momento, dejar España. Tras pensarlo durante una temporada, decido ir a Londres donde consideraba que encontraría fácilmente trabajo y podría disfrutar de su fascinante cultura.

Y comienza tu aventura internacional, a pesar del inicio de la crisis.
Empezar de cero en un país nuevo es un reto complicado, sin embargo, resulta muy gratificante ver que eres capaz de ello y que consigues avanzar tanto profesional como personalmente. El principio fue duro porque no dominaba el idioma ni sabía cómo funcionaba mi sector allí, así que empecé a trabajar como operario en la Royal Opera House mientras estudiaba inglés y hacia un curso de supervisor de construcción. Fue un periodo en el cual trabajé mucho pero también pude vivir desde dentro grandes eventos como premios (Bafta y Olivier), óperas y ballets.

Durante esta etapa de adaptación a un nuevo país y búsqueda de trabajo en construcción, me pongo en contacto con otros arquitectos técnicos que se encuentran en una situación similar y creamos un grupo de ATs en UK para apoyarnos y ayudar a los recién llegados.

Por fin llegó el ansiado trabajo.
Sí. Después de un tiempo, consigo trabajo en una constructora especializada en interiores; poco a poco voy ascendiendo y el director se ofrece a pagarme el máster que estaba estudiando (Construction Project Managament en la Universidad de Westminster). Tras casi dos años como técnico de estudios, empiezo a trabajar como Project Manager y estoy involucrado en proyectos emblemáticos como la ampliación de la pista 1 de Wimbledon.

Y, ¿cómo se produce tu traslado a África y Asía, como mencionabas al comienzo?
Londres fue una plataforma que me permitió el salto a trabajar en proyectos internacionales fuera de Europa, allí trabaje con gente de todo el mundo y me hizo conocer las metodologías de gestión más punteras.

En el año 2019 recibo una oferta de Acciona que no puedo rechazar, el proyecto se trataba del Gran Museo Egipcio en el Cairo. Participar en un proyecto de esta envergadura era una oportunidad única y además se unía la posibilidad de conocer en profundidad un país como Egipto que posee una fascinante historia y es la cuna de arquitectura. El GME es el museo arqueológico más grande del mundo y su principal atractivo será la exposición de la colección completa del tesoro de tumba del rey Tutankamón.

Cuando mi etapa en el Cairo llegaba a su fin me ofrecieron trabajar en el Pabellón de Emiratos Árabes para la Expo Dubai 2020. El Pabellón, diseñado por Santiago Calatrava, es una de las piezas claves de la Expo y ofrece a los visitantes una inmersión en la cultura y la historia de EAU.

Decides volver a España
Después de 14 meses viviendo en Dubai decidí volver a España. Aunque he vivido muy bien y no tuvimos excesivas restricciones con el Covid, ha sido duro estar tan lejos. Situaciones como esta hacen que uno se replantee sus prioridades, ahora estoy en Valladolid y en mayo empezare a trabajar en una constructora.