Juntos tras 10.000 días
Hace más o menos 300 meses, o mejor 9.506 días (incluidos seis bisiestos), la primera promoción del Colegio Peñalba, la que fue bautizada como «Ariete», terminó sus estudios y cada uno de ellos siguió rumbos diferentes, aunque afortunadamente todos estamos bien. ¿O no?
Veinticinco años después hemos podido repetir, gracias a Dios, la histórica foto bajo la ventana, hecha tras una divertida comida-tertulia junto a la otra veintena de alumnos que empezaron con nosotros pero que terminaron sus estudios en otros centros.
A la mayoría no los había vuelto a ver desde entonces y a algunos ni los recordaba (y al revés), porque son 25 años desde la salida de la primera promoción, pero 30 años desde que este grupo de valientes inauguró un colegio todavía sin terminar allá por septiembre de 1978.
JAI me ha pedido que escriba unas líneas de este entrañable encuentro de casi cinco horas, y la verdad es que, como quedó patente en la tertulia del café, los recuerdos dormidos durante tanto tiempo surgieron a borbotones porque el corazón los había archivado con cariño: los partidos de fútbol en el fango, las guerras en el pinar de enfrente, las travesuras en las clases y en los autobuses, las broncas de los profesores -gracias de corazón a los que vinisteis a comer con nosotros- o mil historias más que esa tarde volvieron a la superficie para deleite de todos.
Uno de los momentos más divertidos fue cuando alguien sacó a la luz los relatos valorativos que escribimos a las pocas semanas de llegar al colegio, entonces aislado del mundo (nuestras únicas vecinas eran las gallinas de enfrente).
No tengo delante los folios que redactamos para poder reproducir en primicia mundial alguno de los jugosos párrafos, pero resultó curioso comprobar cómo coincidíamos en la mayoría de las quejas y de las alabanzas. Aquella generación era mucho más reflexiva que las de ahora y su sentido crítico era más auténtico, creo. Frescura y sinceridad, entonces y ahora.
Vicente, Gonzalo, José, Jaime, Rafa, Chusmi, Alberto, Kiko, los Nachos, Josechu, Falo, Quique, Fandus, Fernando, Javier, Álvaro, Félix, a todos gracias por esa tarde tan divertida, que seguro volveremos a repetir -algunos tienen toneladas de voluntarismo para organizar lo que sea menester-.
Termino. Seremos la promoción más antigua de Peñalba (se dice añeja, no vieja), pero también la que abrió el camino, con más o menos fortuna, a todas las que han se han sucedido después, lo que ha permitido convertir a Peñalba en uno de los centros educativos con más nivel de Castilla y León. Enhorabuena, jóvenes.