Soy Juan Tomás Postigo Vergel y nací en Valladolid hace 32 años, de los cuales estudié doce en Peñalba durante toda Primaria, ESO y Bachillerato. Acto seguido decidí avanzar en una de mis pasiones, el periodismo, realizando la carrera en la Universidad de Navarra en otra etapa genial de cuatro años. Esa ilusión se prolongó y me llevó a realizar un Máster en Periodismo Deportivo en la Escuela CES de Madrid, para por fin poder dedicarme al mundo de la comunicación en mi Valladolid natal durante más de nueve años en redacciones como la de Tribuna de Valladolid, del Grupo Tribuna.
En 2021 decidí dar el salto al negocio familiar, la Bodega Tomás Postigo situada en Peñafiel, para lo que realicé el Máster en Viticultura y Enología en la Universidad Politécnica de Madrid este pasado 2022. Desde entonces soy Jefe de Comunicación de la Bodega, en una aventura que desarrollamos juntos entre mi padre y mis tres hermanos, Gabriel, Alberto y Javier Nicolás, todos ex alumnos de Peñalba y Alumni en la actualidad
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Una excelente preparación profesional en el mundo de la comunicación y el periodismo.
Sí, efectivamente. Y lo más gracioso de todo es que se puede decir que todo nació ya en Peñalba. Recuerdo pasar de pequeño por delante del aula de radio, que por aquel entonces, hace más de quince años, solo podían acceder a ella unos pocos privilegiados, y quedarme ensimismado viendo los micrófonos sobre la mesa y la luz roja de la puerta.
En qué momento decides orientar tu vida en este campo. ¿Había otras opciones?
Pues casi se puede decir que desde ese momento ya se me metió el gusanillo de la comunicación, viendo los micrófonos y la mesa de sonido. Yo creo que en cierto modo era una señal y cuando se lo comenté a profesores como a don Iñaki o a mi madre, Loli Vergel, antes de hacer las pruebas de Selectividad, me dijeron que me iba a gustar mucho. La verdad es que no me planteé ninguna otra carrera, puede decirse que fue un amor a primera vista. Y a día de hoy, pese a las complicaciones del periodismo, me alegro mucho de haberlo estudiado.
Después de varios años como redactor y creador gráfico en Tribuna de Valladolid, decides emprender tu actividad profesional “en casa.
Eso es. Tanto yo mismo como mi padre Tomás y mis tres hermanos Gabriel, Alberto y Nico, que seguimos muy vinculados al Colegio a través de Alumni y tratando de participar en todas las actividades que nos es posible, llevamos a día de hoy la Bodega situada en Peñafiel. Para mí es una nueva etapa preciosa y en la que en realidad sigo no he dejado de lado la comunicación, con diferentes cuestiones como la gestión de las redes sociales.
Decir Tomás Postigo es mencionar a un pionero en la elaboración de excelentes vinos, pero también a una persona entrañable muy relacionada con los colegios Peñalba y Pinoalbar desde casi los inicios. Igual que tu madre, una gran profesora de los dos colegios desde hace muchos años, siendo incluso directora del segundo durante una etapa.
A mis padres les debo mucho, todo lo que soy a día de hoy. La educación que recibí en Peñalba a través de sus profesores fue excelente, pero las virtudes como el esfuerzo y el trabajo que nos han inculcado mis padres a mí y a mis hermanos son la mejor herencia. Tanto mi madre como profesora como mi padre en su labor de enólogo han sabido darnos unos valores necesarios para la vida. Y todo lo han hecho manteniendo esa vinculación y ayudando al crecimiento y desarrollo de Peñalba y Pinoalbar.
¿Cómo está posicionada la Bodega Tomás Postigo actualmente?
Hace poco, en el cumpleaños de mi padre, él mismo destacaba que llevaba la friolera de cuarenta vendimias en la Ribera del Duero, divididas entre Protos, Pago de Carraovejas, de la que también fue fundador y enólogo, y nuestra actual bodega. En la actualidad nuestra producción anual es de cerca de 300.000 botellas, un número relativamente limitado porque priorizamos calidad a cantidad. La bodega ya ha cumplido quince años, ahora mismo trabajamos quince personas y seguimos creciendo, con reconocimiento a nivel nacional e incluso internacional.
Han pasado más de 15 años desde que dejaste las aulas de Peñalba y seguro que recuerdas a tus compañeros, profesores y algunas anécdotas o historias que ahora con el paso del tiempo provocan una sonrisa en ti y en quienes lean estas palabras.
Imposible no acordarme de las carreras por los pasillos, alguna que otra bronca de profesores como Alberto Barrera (espero que me lea con el mismo cariño que yo le sigo teniendo a él) o amigos con los que sigo teniendo muchísima amistad como Jaime Pérez o Álvaro Castrillo, compañeros para toda la vida.
¿Quieres añadir algo más?
Tan solo agradeceros la labor que hacéis desde Alumni para que todos aquellos que pasamos por el Colegio sigamos vinculados a una etapa tan importante de nuestra vida, y también querría animar a todos aquellos que no sean socios a que se apunten a un proyecto tan bonito. Aunque el tiempo nos lleve a cada uno por nuestro camino, siempre es especial mantener un el vínculo.