Gran afluencia de familias en la Fiesta Deportiva
Un toro mecánico y unos hinchables, partidos de fútbol-sala, volley playa, concursos para los más pequeños, ajedrez, pintura, basket y un largo etcétera llenaron de diversión la Fiesta Deportiva del pasado 7 de mayo. Incluso una carrera improvisada de 2.000 m. para los padres tuvo lugar en el mejor momento: después de comer una fantástica paella que –un año más- satisfizo hasta el paladar más exigente. Y es que el cocinero se supera por momentos.
Comenzó la mañana con una Romería en la ermita de la Virgen del Arrabal (Simancas) a la que asistieron familias de los dos colegios (Peñalba y Pinoalbar). Y se ve que las oraciones llegaron prontamente al cielo, pues las expectativas climatológicas no podían ser más aciagas y, sin embargo, no cayó una sola gota en kilómetros a la redonda.
Y como colofón, al final de la tarde se desarrolló el Acto Central tan esperado. Las medallas y los banderines fueron cubriendo de ilusión las esperanzas de los alumnos y -sobre todo- de sus madres que lo sienten como algo muy íntimo. Más de una lágrima escondida apareció bajo los cristales oscuros de unas amplias gafas de sol.
Gran participación de antiguos alumnos de distintas promociones, algunos son padres actuales del Colegio, otros vinieron a pasar unas horas con profesores y alumnos. Gracias a todos por vuestra presencia.
La promoción Ballesta (segunda del Colegio) despidió a la promoción Babilonia, que este año abandona el Colegio para dirigirse con paso rápido hacia la Universidad. Los antiguos alumnos entregaron a cada uno el banderín de la continuidad. Esperemos que los que ahora se licencian, sigan triunfado como hasta la fecha, y que –andando el tiempo- sean ellos los que entreguen este emotivo recuerdo a los nuevos que se gradúen.